Una marioneta y un ganador

En primer lugar, los dos candidatos llegaron a televisión y, ante mi sorpresa, creo que Rodríguez Zapatero venía maquillado desde casa, pero no tengo la seguridad. Una vez situados en sus sitios en la mesa del debate, Campo Vidal hizo una introducción diciendo que iba a ser totalmente neutral, cosa que realmente no cumplió en absoluto, dejando a Zapatero que interrumpiese reiteradas veces a Mariano Rajoy mientras éste hablaba. Por un principio de educación y de moderador como es debido, debió llamarle la atención a Zapatero y no dejarle interrumpir a su antagonista. A esto le ayudó el realizador Fernando Navarrete haciendo muchísimos más planos en todos los bloques de Zapatero escuchando y haciendo gestos mientras hablaba Rajoy y muy pocas veces al revés. Por otra parte, Zapatero, una vez más como un político con añoranzas de Cantiflas, no contestó jamás a las preguntas directas, ni a las acusaciones de Rajoy sino que él echaba su discurso hablando de cosas llenas de alegría e ilusión para ver si nos convencía, pero que no tenían nada que ver con la realidad ni con lo que le habían preguntado.
Ya en el colmo de los colmos apeló una vez más a la guerra de Irak, al 11-M y a José María Aznar. En lugar de hablar del presente y del futuro habló del pasado. Alguien dijo: «El que pretenda juzgar el pasado perderá el futuro». Quizá le pase esto a Zapatero.
Su intervención a lo largo de todo el debate fue totalmente mecánica como de una marioneta movida por sí mismo. A mí personalmente, me convenció muchísimo más la tranquilidad, la serenidad y la seguridad de Rajoy contestando con cifras y datos y demostrándole a Zapatero que nos ha mentido durante casi cuatro años.
Para mí, hubo un ganador, que fue Mariano Rajoy, aunque me imagino que para los medios afines a Zapatero -la cadena Ser, «El País», «Público», Canal +, TVE, La Sexta y Cuatro- dirán que ha sido un éxito arrollador y apabullante de ZP. Además, señor Zapatero, como dijo Churchill: «Habéis aceptado el deshonor para evitar la guerra. Ya tenéis el deshonor, pronto tendréis la guerra». El resultado final lo sabremos el próximo 9 de marzo.