El Gobierno aprobó el pasado 30 de mayo el informe anual sobre el gasto en publicidad institucional al que le obliga el artículo 14 de la Ley de Publicidad y Comunicación Institucional. Los datos confirman que en la práctica, y no sólo en teoría, es decir, en las declaraciones públicas, se actuó y se manejaron algunas importantes partidas de gasto con «generosidad» y negando así por la vía de los hechos todos los indicadores que ya apuntaban la grave crisis económica que se venía encima. Parece que de puertas adentro, y no sólo en la escenificación pública, en la balanza también pesó más la clave electoral que las voces que advertían de que venían tiempos de apretarse el cinturón. Segun las cifras oficiales, en 2007 el Ejecutivo aumentó la partida destinada a hacer publicidad de sus obras en un 28,5 por ciento con respecto a 2006. En concreto, la de 2006 fue de 209.767.393 euros: 59.756.754 euros menos que la del pasado año.
En el informe ratificado por el Consejo de Ministros se reconoce que el gasto total superó en un 0,5 por ciento el que se había previsto en un principio y que quedó recogido en el «Plan de Publicidad y Comunicación Institucional 2007».
Los más derrochadores Los Ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales y de Industria, Turismo y Comercio fueron los que cargaron con la mayor parte de este incremento. En el primer caso, el Gobierno justifica el gasto con un llamativo eufemismo: «La realización de campañas destinadas a la promoción de los derechos de los ciudadanos en general y de los más desprotegidos en particular». Alude de esta forma a las desprendidas partidas en publicitar algunas de sus leyes sociales estrella, pese a que no cumplieron con las expectativas creadas.
En violencia de género (diez millones de euros), en Dependencia (otros diez millones de euros), en Igualdad (tres millones)... Mientras se aventaban por tierra, mar y aire los beneficios de estas iniciativas, la oposición y los colectivos más directamente afectados por ellas centraron en buena parte su crítica en denunciar la falta de presupuesto para ponerlas en marcha. Llaman también la atención los seis millones de euros, cinco más que en 2006, que el Ejecutivo destinó el pasado año en dar a conocer su política de vivienda. En relación a Industria, el otro ministerio en el que se dispara el gasto, se alega como razón las campañas de ahorro de energía (15.000.000 euros) y de fomento de las nuevas tecnologías (a las que se destinaron más de 20 millones de euros).
La inversión mensual en publicidad fue de 22.460.296 euros, frente a los 17.480.616 del ejercicio de 2006. Y la media de coste por campaña subió de 1.127.782 euros a 1.623.636. La mitad de los ministerios (Industria, Turismo y Comercio, Trabajo y Asuntos Sociales, Fomento, Sanidad y Consumo, Interior, Medio Ambiente, Economía y Hacienda y Agricultura, Pesca y Alimentación) representaron el 83,3 por ciento del total de la inversión. Turespaña y la Dirección General de Tráfico fueron en 2007 los organismos que desviaron más dinero a una sola campaña.
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