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28 mayo 2008

Soraya gana puntos frente a De la Vega

La unanimidad ha sido hoy absoluta en la tribuna de prensa del Congreso: la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, gana puntos en las sesiones de control, y sus «cara a cara» con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega suben en interés y auguran tardes de gloria, con jugosas novedades.
Hoy ha habido una sorprendente: la vicepresidenta, impulsora notoria de la necesidad de avanzar en la «laicidad» del Estado, ha llegado a invocar a Dios en el hemiciclo -para regocijo del PP- al replicar un argumento con el que su opositora criticaba la forma que tiene el Gobierno de negociar la financiación autonómica.
«Que ustedes me hablen de bilateralidad... ¡pero que baje Dios y lo vea señoría, si ustedes negociaron bilateralmente con todas las comunidades autónomas y no se lo contaron a los demás!», ha proclamado De la Vega ante los atónitos diputados del grupo popular, que han reído con ganas mientras se llevaban las manos a la cabeza.
Soraya Sáenz de Santamaría ha abierto el fuego recogiendo el guante que le había dejado el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su respuesta a una pregunta sobre la crisis económica que le había formulado el líder del PP, Mariano Rajoy.
«Dejen ya de disimular. Han pasado ya las elecciones. Pueden llamar a las cosas por su nombre y dejar de buscar en el diccionario sinónimos para la crisis», ha aconsejado la portavoz antes de adentrarse en el proceloso mundo de la financiación autonómica.
Como De la Vega le ha recordado que el modelo vigente de la época del PP es «bilateral, insolidario y opaco», ella le ha espetado con humor: «Triunfa la técnica Bermejo: del atasco de la justicia a Franco, de la financiación autonómica al PP y, dentro de nada, el señor Corbacho con los problemas de la inmigración citará a Colón».
Risas y aplausos en el grupo popular, a cuyos parlamentarios ha lanzado un guiño su portavoz; en la anterior legislatura, la vicepresidenta reiteraba a Eduardo Zaplana la necesidad de hacer «pedagogía», concepto que Sáenz de Santamaría ha recuperado para decirle a De la Vega que la enseñanza le toca ahora «a la bancada popular».
Tal vez animada por el brío de su contrincante, la «número dos» del Gobierno ha renunciado en su réplica final a usar la chuleta, y sin leer sus papeles ha defendido la apuesta socialista por la nueva financiación y ha rematado con una pulla.
«Sus comunidades autónomas no quieren este modelo, pregúnteselo a los valencianos», ha concluido. Además de los periodistas, los diputados del PP también han sido unánimes al evaluar la intervención de su portavoz, y no sólo porque en el «aplausómetro» parlamentario Soraya ha cosechado algunos segundos más de ovación que el propio Rajoy en su lid con Zapatero. También porque dos de los diputados críticos con el actual presidente de su partido, Alejandro Ballestero y Gustavo de Arístegui, que no aplaudieron a Rajoy, sí apoyaron a Soraya.
Como en la semana anterior, en los escaños del grupo popular faltaba el secretario general del PP, Ángel Acebes, y entre el medio centenar de ausentes se ha echado en falta a Manuel Pizarro, que ha llegado al hemiciclo mucho después.
Sí ha estado Juan Costa, al que se atribuyen movimientos para encabezar una candidatura alternativa a Rajoy en el congreso del PP, o Gabriel Elorriaga, autor de un artículo en el que le ha tachado de falta de liderazgo, pero ninguno ha querido hablar después.
El fondo del pasillo principal del Congreso, territorio habitual de los periodistas especializados en el PP, estaba hoy abarrotado, pero salvo algún chiste de Vicente Martínez Pujalte y una fugaz pasada de Rajoy camino de su despacho, esta tarde no han tenido muchas novedades que apuntar en sus libretas.

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