José Luis Rodríguez Zapatero habla incesantemente de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y de la aplicación de medidas para conciliar la vida laboral y familiar, en especial en el caso de las españolas. Para ello se aprobó el Plan Concilia, destinado a los funcionarios con hijos.
Pero no es oro todo lo que reluce. El Mundo cuenta este domingo en sus páginas un caso que deja en entredicho esa flexibilidad de horarios que tan a bombo y platillo anunció el Ejecutivo para los trabajadores de las administraciones públicas. Como dice el refrán, en casa del herrero, cuchillo de palo.
La protagonista es una ex directiva del Cuerpo Nacional de Inteligencia, un alto cargo del CNI. Su nombre clave, Alejandra. Al tener su segundo hijo pidió acogerse a la reducción de un tercio de la jornada que contempla el Plan Concilia. Pero la respuesta de su jefe fue el despido por "bajo rendimiento y falta de iniciativa laboral". Y ello a pesar de que la Secretaría General del Centro había dado el visto bueno a su solicitud, pero a su jefe directo -su nombre clave es Mazueco- no le gustó la petición y la cesó sin más.
Alejandra ha puesto una denuncia ante el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional por despido improcedente. Tras conocer la noticia de su despido solicitó que la recibiera la secretaria general del CNI, Esperanza Casteleiro, para pedirle explicaciones. Pero no lo hizo. También lo intentó con la vicepresidenta, Teresa Fernández de la Vega, pero ésta también se desentendió del problema
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