«No muevo ni una coma de mi posición contra la negociación con ETA»
-¿Ha rectificado tanto el Gobierno que se ha acercado a los postulados que mantuvo el PP durante la tregua?
-En este momento, lo único que hemos visto es que el Gobierno, la Policía y la Guardia Civil están funcionando y, por tanto, deteniendo etarras. Yo juzgaré siempre al Gobierno por sus hechos; si lo hace bien, lo apoyaré; si no, denunciaré sus errores como hice en la última legislatura. Lo que da valor a un «no» es saber decir que «sí» cuando corresponde.
-¿Qué ocurrió el 9-M, en este capítulo en concreto? ¿La gente perdonó la negociación?
-Yo no creo que los españoles apuesten por una negociación política con ETA. En cualquier caso, yo no la defenderé nunca. Yo no muevo ni una coma de todas las intervenciones que tuve en el Congreso de los Diputados en contra de la negociación política con ETA. Son las posiciones que llevo defendiendo a lo largo de toda mi vida y que se plasmaron en el año 2000 en el Pacto Antiterrorista.
-¿Usted hubiera recibido a Ibarretxe después del espectáculo en el Parlamento vasco con el tema de las torturas de la Guardia Civil?
-La resolución del Parlamento vasco sobre las torturas me pareció absolutamente lamentable, y desde aquí manifiesto mi solidaridad con la Guardia Civil. El presidente del Gobierno debe mantener relaciones institucionales con todos, pero a mí me gustaría que hubiera recibido a los presidentes autonómicos para hablar de la financiación autonómica, del agua o de otros problemas reales de las personas. Porque, además de reunirse con los señores de su partido para hablar de financiación autonómica, el presidente sólo ha recibido hasta el momento al señor Ibarretxe, y puede transmitir la sensación de que aquí, para que lo reciban a uno en La Moncloa, hay que plantear un plan soberanista o ser del partido del Gobierno.
-¿Zapatero se niega a negociar con Ibarretxe asuntos que sí negoció con ETA en Loyola?
-Yo no sé lo que negoció Zapatero con ETA en Loyola porque no me lo ha dicho, pero lo que es evidente, y ya nadie discute, es que negoció cosas que no podía negociar. En cuanto a la reunión con Ibarretxe, si el señor Rodríguez Zapatero lo que le dijo fue que no podía celebrar un referéndum, yo estoy de acuerdo. Yo creo que no se puede celebrar un referéndum porque es ilegal, pero creo además que no hay ninguna necesidad de modificar el estatuto jurídico y político del País Vasco y que la prioridad absoluta es la recuperación de la libertad, es decir, la derrota de ETA.
-¿Una de las batallas políticas para esta legislatura será la reforma del Estatuto vasco?
-Insisto en que no me parece necesario; la prioridad debe ser derrotar a ETA y ocuparse de necesidades reales de la gente. Espero que no se repitan los errores que se cometieron con el Estatuto catalán durante la pasada legislatura.
-¿Está usted resignado, por decirlo así, a que el Tribunal Constitucional falle a favor del Estatuto catalán tal y como está?
-No, no estoy resignado. Yo tengo confianza en que el Tribunal Constitucional atienda nuestros argumentos, especialmente en un asunto tan importante como es el de la relación bilateral que se establece en ese Estatuto y que, de llevarse a la práctica, supondría cambiar el modelo de Estado y que España pasase a ser una confederación, algo que, como es natural, yo no puedo aceptar de ninguna manera. Yo defiendo el modelo constitucional, el del Estado de las Autonomías, que es el que los españoles aprobamos en 1978.
«Solbes se comporta más como comentarista que como gobernante. Estamos pagando la pasividad del Gobierno»
-¿Nos acercamos a la supresión de la disciplina presupuestaria?
-Uno de los pocos asuntos en los que el Gobierno podía presentar un balance razonable en política económica era el mantenimiento del superávit, pero tengo la sensación de que ha tirado la toalla. No me gusta que se permita a las comunidades autónomas aumentar su déficit en estas circunstancias; le recuerdo que la devolución de los 400 euros puede costar a las arcas del Estado cerca de 6.000 millones de euros. Tampoco me parece correcto que no se esté haciendo un esfuerzo para reducir el gasto público. En cualquier caso, lo más preocupante de todo es la absoluta inacción en materia económica, que no contribuye a generar la credibilidad y confianza que la sociedad necesita para salir pronto de esta crisis. El ministro de Economía se está comportando más como un comentarista de los acontecimientos que como un gobernante dispuesto a tomar medidas necesarias para hacer frente a los mismos.
-¿Cuáles son las previsiones de aumento del paro que hace el Partido Popular?
-Los datos de crecimiento económico y las previsiones para lo que queda de año son muy alarmantes, y no lo dice Partido Popular, sino todos los informes económicos, como el último de la Fundación de Cajas de Ahorro. En los dos últimos trimestres se ha venido destruyendo empleo, y hay otros problemas de fondo, como el endeudamiento de las familias y de las empresas españolas, un enorme déficit exterior y dificultades por la crisis internacional para acceder al crédito. Pero, insisto, lo más negativo es la falta de respuesta del Gobierno a esta situación. Ya advertimos en la pasada legislatura que había que tomar medidas y no se nos hizo caso; ahora todos estamos pagando las consecuencias de aquella pasividad. Tengo la sensación de que el Gobierno sigue instalado en el mismo error.
-¿Crisis o desaceleración?
-Crecemos cada vez menos, se está destruyendo empleo, la inflación no está controlada, el déficit exterior es del 10% del PIB... Llámelo como quiera, pero es evidente que esta situación la están sufriendo los españoles, aunque el Gobierno no quiera darse por enterado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario